*El cantante seduce a 10 mil personas; sortea fallas en el sonido
El cantante puertorriqueño Chayanne demostró que “No hay imposibles” si se trata de ofrecer un espectáculo cargado de energía, baile, romanticismo, nostalgia y sensualidad, como sucedió este jueves pese a las fallas en el sonido.
Debido a una falla técnica, el primero de dos conciertos que el artista ofrecerá en el Auditorio Nacional de esta ciudad, se retrasó unos 20 minutos. Arrancó a las 20:40 horas y apenas aparecieron los bailarines en el escenario, las luces se apagaron, el sonido calló, y parecía que el show se había cancelado.
A las 21:00 horas, tras un intermedio de música grabada, aplausos, gritos y rechiflas del público impaciente por ver a su ídolo, reinició el recital con “Provócame” y después “Lola”, primeros temas de su repertorio constituido por más de 20 éxitos.
“Buenas noches, hola México. Gente bonita, les ofrezco disculpas por lo anterior, pero son cosas que pasan. El generador se nos fue, explotaron algunos fusibles y entonces ocurrió esta pequeña distracción, pero gracias por su cariño y por abrirme las puertas nuevamente de México, país que me ha visto crecer.
“Todo esto se hace con entusiasmo y muchísimo amor para todos ustedes. Esta noche pueden hacer con nosotros lo que quieran”, expresó Chayanne a manera de disculpa por el retraso y antes de entregar “Un siglo sin ti”.
Fue en este tema donde sus fans pudieron observar a detalle sus sensuales movimientos, pues antes las pantallas gigantes colocadas en el centro y laterales de la sala del recinto habían permanecido apagadas.
Elmer Figueroa Arce, su nombre real, conquistó durante una hora con 45 minutos, a los 10 mil asistentes, en su mayoría mujeres contemporáneas a él. Se dejó querer y halagar por quienes apenas lo vieron sobre el escenario y no dejaron de expresarle palabras de cariño, admiración y provocación.
Tras cantar “Si no estás”, decenas de mujeres habían abandonado sus lugares para acercarse al escenario con la esperanza de saludar de mano a su artista favorito, quien para entonces, ya se había despojado de su chaleco negro para quedar tan sólo con su playera gris y pantalón oscuro.
Bañado en sudor, Chayanne interpretó “Caprichosa” en una combinación de “playback” y en vivo. Fue el primero de varios que entregó de la misma manera como “Y tú te vas”, que en la parte final, permitió mostrar el ímpetu de su voz.
Utilizó esa técnica quizá por lo complicado que resulta bailar con la energía que le caracteriza y cantar de manera simultánea. Finalmente, poco importó este detalle a su público, quien aplaudió de principio a fin su trabajo, así como cada uno de sus movimientos de cadera.
Tres bailarinas y el mismo número de bailarines, acompañaron al artista en las sensuales coreografías, como “Esa boca”.
“Le quiero dar las gracias a todos los técnicos que han trabajado aquí en el show, porque yo sé que lo sucedido no ha sido por falta de profesionalismo. Gracias muchachos y gracias a todo México que me acompaña en esta gira (‘No hay imposibles’) tan bonita”, apuntó para luego presentar a cada uno de los ocho músicos que conforman su grupo.
“Palo bonito” y “Fiesta en América” continuaron en el repertorio hasta “Atado a tu amor”, con el que lució acompañado de un coro monumental aunado a sus tres coristas.
Fue un Chayanne apasionado, que en varias ocasiones saludó de mano a las féminas que se acercaron al pie del templete. Ataviado ahora con una camisa de color negro, el cantante recordó “Tu pirata soy yo”, “Completamente enamorados” y “Baila, baila”.
Más tarde, entregó “Si nos quedara poco tiempo”, melodía que se desprende de su disco “Mi tiempo”. En ese tema recalcó la importancia de que el amor no se convierta en rutina, de que el jardín se debe regar con agua para que las flores no se marchiten.
A veces creemos que las cosas están ahí para siempre y no las alimentamos. Este gran amor a papá, a mamá, a los hermanos, a las amistades, pareja, mascotas, vecinos que a veces dejamos de compartir con ellos. Esa invitación a tomar café, incluso nos olvidamos de llamar para ver cómo estamos. Por eso me gustaría que reflexionen “Si nos quedara poco tiempo”.
Cuando ya había transcurrido más de una hora de show, sonriente, cantó el clásico “Tiempo de vals” y subió a la tarima a una joven que lo abrazó por varios segundos y después de invitarla a bajar, simuló bailar con las mujeres del público.
En el escenario que se integró por dos niveles, el boricua continúo con “Lo dejaría todo”, “Salomé” y “Besos en la boca” para hacer una pausa de tres minutos y regresar vestido con playera blanca y jeans.
El ex integrante del desaparecido grupo Chamos se despidió en una ocasión con “Me enamoré de ti”, pero ante la petición de sus seguidores por otra más, regresó con “Torero” para concluir ovacionado de pie por un público satisfecho.
Cabe señalar que esta vez no interpretó “Cuidarte el alma”, que dedica a su esposa Marilisa Maronese, ni “Este ritmo se baila así”, uno de sus grandes éxitos, entre otros.