viernes, 21 de octubre de 2011

Cierra Chayanne tour en tierras mexicanas

Chayanne llegó provocando a sus seguidores la noche del jueves hasta el Estadio Caliente, haciendo a la frontera más visitada del mundo testigo del ocaso que vive su tour “No hay imposibles” en tierras mexicanas y llevándose en el corazón el aplauso del público.

Y es que al hombre que demostrara una vez más a Tijuana que ritmo le sobra, poco le importó que el hogar de los Xolos no luciera a su máxima capacidad, pues aún así su entrega en escena y una devoción por el suelo azteca quedaron en evidencia.


“Llevo una gira de más de año y medio en 25 países. Ha sido increíble, bellísima y estamos cerrando este tour aquí en tierra mexicana. Este país me ha dado mucho... grabé mi primer disco a los 10 años y México siempre me dio su cariño”, apuntó el cantante.


Así, el astro puertorriqueño agradeció a los que fervientes esperaron que el reloj marcara las 21:45 horas para vivir 90 minutos de una fiesta construida por miles de recuerdos, vivencias y experiencias tanto para la estrella como para el público.


“Lola”, “Provócame”, “Caprichosa”, “Guajira” y “Fiesta en América” pusieron de pie a los fanáticos, dejándose llevar por la alegría de una decena de músicos que desde el escenario de dos pisos marcaban la pauta para la sexteta de bailarines que custodiaban al cantante.


El romance también tuvo su espacio en el tan anunciado reencuentro del cantante con el noroeste mexicano, avivando las emociones mientras de manera lenta y al ritmo de “Tiempo de vals” Chayanne bailaba con una fanática que brincara la seguridad para disfrutar del ídolo.


El intérprete de “Si tú te vas” con sus cuatro cambios de vestuario y gran sonrisa sedujo a los más de 7 mil asistentes reunidos bajo el frío cielo tijuanense, con quienes compartió tiempo al bajar del escenario hasta la valla y recibir el cariño de las primeras filas.


Luego de una fugaz despedida al pasar las 23:00 horas, el cantante volvió al entablado que se engalanaba con cinco pantallas digitales, dispuesto a decir adiós a Tijuana como se debe, con la suavidad de “Me enamoré de ti” y la energía de un “Torero”.